sábado, 15 de marzo de 2008

CULTURA GRATUITA.



Ayer en un encuentro con amigos y compañeros de universidad, me di cuenta de las diferentes percepciones que se pueden tener acerca de un mismo hecho. Esto, por cierto lo he sabido desde hace mucho tiempo, pero darle un sentido a los distintos puntos de vista tiene que ver con aceptar la posibilidad razonable de que las cosas sean de otra forma, y no simplemente dedicarse a negarlo por capricho. Hace unos días, una conocida marca de combustible nacional, se dedicó a regalar durante una hora, a sus “clientes” el estanque del automóvil lleno. Sí, durante una hora, sin costo alguno, podría usted llenar el estanque de bencina de su auto y de paso maravillarse por tan buena obra de parte de los administrativos y la decencia de los acaudalados empresarios con el pueblo.


Sin embargo, debo decir que la situación fue caótica. Uno de los parques automotrices más grandes de Chile (si es que no el más grande en proporción a habitantes) volcado a las calles, de forma grosera, increíble y tormentosa. Bocinazos, groserías, disparates, risotadas, abusos, imprudencias, etc. Todo por un estanque lleno. Además, si el conductor andaba en su día de suerte (lo que habría sido confirmado por efectivamente haber llenado el estanque de su auto), podía acceder a las delicias del casino express de la misma empresa, conocido como “Pronto”. Dos carabineros motorizados, haciendo el soberano ridículo, dando consejitos a los automovilistas que salían del beneficio, evidentemente sobrepasados por el tumulto humeante.


Un amigo me decía ayer: “Nooo, esto no puede ser. Es que simplemente no puede ni debe hacerse. ¿Están locos? Nooo, que está pasando, muy mal, muy malo”. Tal compañero hablaba en un sentido profundo y lo entiendo de forma parcial. ¿Cuál es la maniobra detrás de todo esto?¿Cuál es el sentido que tiene gastar cerca de 10 millones de pesos en una hora, sin recibir aparentemente nada a cambio?. El chileno suele no tener un sentido del compromiso, no respeta acuerdos de palabra y pocas veces los firmados (y ojo que dudo que se de solo en Chile, como muchos deben creer), por lo tanto difícilmente podrá sentirse “cliente”. Se cambia de proveedor cuantas veces sea necesario, acude a los beneficios, celebra la gratuidad de los eventos y no está dispuesto a pagar ni un peso más por nada, aunque se de cuenta de que el término “cliente” necesariamente lo liga a una empresa, que lucra con él y sus satisfactores. Cuando se siente estafado, renuncia, termina, se cambia y se va, a un proveedor mejor “algo de acuerdo a sus intereses personales”, como si se tratase de una empresa sin fines de lucro (nótese la contradicción).


Los términos técnicos de la acción de los empresarios del combustible probablemente nunca los sabremos, pero sí nos volveremos más adictos a la gratitud de los servicios, más indiferentes a las cosas que nos ofrecen las personas y el entorno de forma gratuita y preferiremos el camino fácil, la pillería, el pituto y las “vivezas” del chileno.
Dispuestos a todo, por un poco de combustible, casi como la película MadMax, donde se desarrolla una guerra casi interracial por éste elemento. Parece ser que todo este argumento casi inconcebible hace años atrás, se va volviendo cada vez más posible observando comportamientos tan básicos como los que describo.


Un abrazo a todos los webonautas…


IROHINDLE.

4 comentarios:

Angelita dijo...

Y vaya que fue caótico, para los vecinos del sector tambien... quizás ahí murió mi espejito lateral...

Las personas dificilmente adoptan conductas de compromiso a no ser que obtengan un beneficio directo y lo más inmediato posible... en este caso, cualquiera es cliente si ha hechado por lo menos una vez en su vida bencina ahi...

Podrían haber sido algo más estratégicos... cómo? por ejemplo, a los the real clientes anotarles en sus boletas de compra de combustible la patente o timbrarlas y al juntar 5 sin importar monto, un dia x se le va a regalar bencina... que hace eso... que la gente vuelva, que se sienta agradecida con el servicio, que siga llendo con la esperanza que la promoción vuelva a repetirse, etc...
en cambio bencina gratis, una vez y un caos...


saludos!!!

encapuchado dijo...

creo que me gusto mucho el punto acerca de que nos preguntariamos si esto pasa solamente en Chile, pues sería entre comillas un chilenismo. Pero creo que el fin de los empresarios será siempre ganar dinero a costa de la contaminación acústica y del atochamiento vehicular.

PD. volvi.

Anónimo dijo...

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No te puedo creer!!

las azules regalando litros de bencinas??....mmm...me parece algo dudoso....muy dudoso, pero debo decir que no se trata de no obtener algo a cambio...yo creo que nadie dá por solo dar (como dice Fito Páez y a excepción del Padre Hurtado).Esto es simplemente publicidad....fueron famosos por la "Obra de caridad" hacia el consumidor que se ve agobiado por las constantes alzas en el precio de los combustibles....claro!, los tipos se ahorraron unos cuantos milloes en publicidad con alguna agencia e hicieron de las suyas, además saben donde hacerlo...acá en Santiago no creo que hubiese pasado eso.
Solidaridad...buenas obras?...no...es simplemente que este gesto quedará siempre en la retina de las personas por lo cual aumentará la taza de consumidores hacia la empresa....nadie cede solo pro ceder....al menos...no conozco a nadie.

PD: Más vale tarde que nunca!